martes, 20 de mayo de 2014

Todos los buenos comentarios

La verdad es que uno escribe para que le lean, sin lectores no hay escritor, o por lo menos no sirve de mucho.
La verdad es que yo estoy gratamente sorprendido por los comentarios de los lectores de mi libro, a todos les ha gustado, les ha "encantado", se les ha hecho corto.
Como homenaje a todos ellos, voy a poner el e-mail que me mandó mi amigo Manu, condensa un poco todo lo que me han dicho, y además lo hace de forma concreta y breve:
"Enhorabuena!! Lo he leído, el libro es ágil, ameno y se agarra a las manos"

viernes, 2 de mayo de 2014

Niño "sietecallero"

Al escribir el otro día que yo era un niño "sietecallero", me di cuenta de que hace 50 años que dejé Belosticalle.
Nosotros vivíamos en Belosticalle 5-4º y todavía recuerdo perfectamente cómo era la casa, con su cocina, con una ventana que daba a la escalera, una fresquera, las habitaciones, el salón con un pequeño balcón, la habitación de mis padres, el pasillo.
También me acuerdo de la propia calle, la tienda de Agutxi, para el que mi madre cosía, la carnicería de Garsa, la tienda de ultramarinos de Juan, en el portal 7, la tienda de Nati, la de Pepita (así decía mi madre), Singer, la tienda de máquinas de coser (seguimos teniendo la máquina de mi madre), Calzados Gómez, de la que todavía hay calzadores de metal en casa, recuerdo La Bacalada, y una tienda en la esquina del cantón izquierdo, que tenía una entrada hasta la puerta, justo aprovechando la esquina, donde no te mojabas, no me acuerdo del nombre, hoy está Santiveri.
Y van a hacer ya, este verano, CINCUENTA años. Buf!